La sociedad occidental hace culto al cuerpo y eso lo tenemos
incorporado, solo basta sentarnos frente a la televisión para recibir
todo tipo de información a cerca de como mantenernos jóvenes,
desde cirugía estética a todo tipo de cremas milagrosas. Siempre en busca del elixir de la eterna juventud. A
diferencias de los orientales que valoran los años como adquisición de sabiduría y experiencia.
Pero además, nuestra sociedad nos da a entender, que a partir de determinada edad, somos material de descarte.
Nuestra consigna es vestir tus fantasías,
tenga la edad que tengas y la talla que uses. Porque la sensualidad y
el erotismo no tiene edad.
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