Cuando se habla de sensualidad, las curvas de la mujer se plantean como una de las imágenes de mayor atracción para los hombres. Sin embargo, esa definición de “curva” ha cambiado mucho a lo largo de los años, pasando de redondeces a rectitudes y viceversa. Pero si ha habido una prenda que siempre ha buscado realzar esa sensualidad, ha sido el corsé (o corset), utilizada a lo largo de la historia para estilizar y moldear la figura femenina. ¿Quién no se acuerda deScarlett O’Hara agarrada a la cama mientras su mammy le apretaba el corsé?
Existen múltiples modalidades en función de su forma, tamaño y su complementación con liguero, pero aunque en muchas ocasiones los denominamos con la misma palabra, muchas veces hablamos en realidad de tops o bustiers, que son más cortos y flexibles y que se encargan de realzar pero que no modifican la silueta.
En los últimos años, se han puesto muy de moda, en parte, gracias a la cultura gótica, que veía en el corsé una forma de expresión y también, gracias a su incorporación en los vestidos de alta costura como parte del proceso de elaboración de prendas únicas y personales.
Y es que, el corsé se encarga de estilizar la cintura, realzar el pecho, insinuar sin mostrar y todo ello con un toque de elegancia, sensualidad y algo de fetichismo, aspectos que tanto nos gustan en MiEspacioSecreto, porque… ¿puedes imaginarte algo más sensual que el cuerpo de una diosa ante tus ojos resaltado por un corsé?
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