FESS - Federación Española de Sociedades de Sexología
La FESS presentó el siguiente Decálogo Sexual durante el X Congreso Español de Sexología celebrado en León del 17 al 20 de abril.
Este documento tiene el deseo y la motivación de garantizar los derechos
sexuales promulgados en la declaración del Congreso de Sexología de
Valencia de 1997, así como promover la declaración del Congreso de
Montreal 2005 sobre Salud Sexual para el Milenio.
- Decálogo de sexualidad y ciclo vital Los seres humanos a lo largo de toda la vida tenemos derecho a que nuestra salud sexual sea reconocida, promovida y asegurada.
- Tenemos derecho a lo largo de todo el ciclo vital a una educación sexual adecuada a nuestra edad, que favorezca el desarrollo de recursos y estrategias que posibiliten nuestro placer sexual como un componente de nuestro bienestar personal y relacional.
- Debemos sensibilizarnos, acorde con nuestra edad, con los temas relacionados con la violencia, el abuso y las agresiones sexuales para, si fuera el caso, denunciar a los agresores/as de nuestro entorno y actuar en defensa de las víctimas.
- La edad no debe ser un condicionante para que todos respetemos y toleremos la variabilidad sexual y sus diferentes expresiones y manifestaciones.
- Cualquier momento en la vida es bueno, y nunca es tarde, para
modificar actitudes negativas, prejuicios, miedos y mitos que puedan
conllevar a una vivencia negativa de nuestra sexualidad o la de quienes
nos rodean.
- Es nuestra responsabilidad adquirir conocimientos básicos sobre la sexualidad humana a lo largo del ciclo vital, y de esta forma conocer los cambios emocionales, fisiológicos y conductuales que suceden en las diversas etapas de la vida; de esta forma podremos adaptarnos de forma positiva a nuestra sexualidad y a la de nuestra pareja.
- No hay excusas para las conductas sexistas en las relaciones humanas. La salud sexual promueve la igualdad sexual entre los seres humanos.
- Nuestras actitudes y comportamientos a lo largo de nuestra vida deben respetar las distintas formas y derechos de expresión de la sexualidad humana.
- Sea cual sea nuestra edad, y condición física y psicológica, debemos valorar la importancia del placer como un componente fundamental de la salud, el bienestar y la calidad de vida.
- Debemos asumir las pérdidas afectivas y de pareja como forma natural de la convivencia, sin que ello nos lleve a conductas desajustadas o violentas.
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